De la selva amazónica a Brasil – Sao Paulo

Hola camaradas!

Dejamos con cierta resignación los bellos y acuáticos paisajes de la selva, y como esto es un no parar, ya nos hemos introducido de lleno en el país del fútbol, la samba y las garotas.

El viaje entre Lima y Sao Paulo fue como una bendición de cinco horas, al haber encontrado una oferta de Lan para poder viajar en business. Lo malo es que si me acostumbro, y como mis posibles son lo que son, en futuros viajes sin oferta, puedo viajar en este tipo de cabina y luego disfrutar de una gastronomía de pan y agua cojonuda…

Os tengo que contar que la recogida de equipajes en el aeropuerto internacional de Guarulhos, fue realmente surrealista, al demorarnos por la también lamentable cola de inmigración, nos encontramos con anárquicas montañas de maletas que tenías que escalar para poder averiguar el paradero de la tuya. En fin esta ciudad es «pequeñita», hora y media de autobús desde el aeropuerto hasta mi hotel situado en la avenida Paulista, otro tipo de selva pero de acero y hormigón, que también encierra sus encantos, sobre todo nocturnos, aunque puestos a elegir, yo me quedo con la otra, de una forma clara.

He tenido la suerte de disfrutar de dos de los mejores restaurantes de la ciudad, el Mocoto de Rodrigo Oliveira y el Dom de Alex Atala, antagónicos entre si pues el primero es para el pueblo trabajador y el segundo para las clases mas opulentas de la sociedad Paulista, uno utiliza simplemente producto criollo de excelente calidad y el otro modernidad y glamour con productos, en su mayoría, de origen selváticos, con clarísimas influencias de la cocina española de vanguardia. En uno pague al cambio 28€ y en el otro 250€…

En ambos cené muy bien, el problema es que Rodrigo fue muy generoso con sus cachazas y en el afán de enseñarme algunas de sus más de 300 referencias, me hizo montar en el taxi un poco perjudicado, olvidando ahora que escribo, lo allí zampado.

En el Dom, Alex no se encontraba, y previniendo el ostión de la cuenta, viendo tanto Ferrari aparcado simplemente le arrimé dos cervezas al menú degustación.

– Couscous.

– Palmito fresco con vieiras y salsa de su coral.

– Ostras empanadas con tapioca marinada.

– Arroz negro tostado con leche de castaña de Brasil.

– Caracol marino con mandarina y wakame.

– Carapau (pescado de Brasil).

-Costilla con mandioca. Este estaba brutal.

-Confit de pato con pura de cara (tubérculo).

– La papaya verde.

-Pastel de castaña de Para.

 

Las fotos son una birria pues al no poder utilizar el flash en un local tan oscuro… Lo siento.

Me llamó la atención que no paran de doblar mesas, me dice un camarero que tienen una media de 90 pax por noche, joder para el Alex, con estos precios tiene que estar forrado.

Al terminar de cenar me vinieron a  buscar Fabio y Diego, dos buenos y sanotes muchachos, el primero es el delegado de Estrella de Galicia en Brasil, ellos serían los encargados de presentarme la noche brasileira, que realmente es la de Dios, y que tiene más peligro, que una comisión con Urdangarín cerca…En fin, como ya os dije en alguna ocasión  que mirar no es pecado, me lo pasé de puta madre… Continuará.

Os dejo algunos vídeos grabados aquí: