La ciudad sagrada de Varanasi

Hola amigos,

Desde que tengo uso de razón, me he considerado una persona con un adecuado dominio de palabra a la hora de expresar mis emociones, pues bien,  hoy desde que en llegado a Varanasi, el misticismo que todo lo envuelve, se debe haber trasformado un habilidoso ladrón de pensamientos, porque llevo más de dos horas tumbado en la cama de mi hotel, intentando escribir un encabezamiento que no decepcione a esta ciudad, que tiene bañadas sus orillas por el río  más sagrado.

Por mucho que os cuente, si esto no lo vives en primera persona, nunca sabrás realmente como es. Posiblemente me entienda alguien que lea este humilde blog y que haya pisado alguna vez este lugar.

Lo que definitivamente tengo claro es que sin haber pasado anteriormente por el purgatorio de Delhi, quizá mañana cogía las maletas  y cambiaba de destino y no me mal interpretéis, que igual lo que me jode ahora, es tener sacado ya el billete para Vietnam para dentro de dos días. Menos mal  que he quedado con Mónica, Jorge y sus hijos en Hanoi, mi próximo destino, para que la despedida de estas místicas sensaciones, se hagan más llevaderas…

Este sitio, es totalmente imposible que deje a algún ser humano indiferente, para intentar explicaros de alguna forma como veo yo esto, sólo se me ocurre de esta manera. Ahora que aun tenemos las navidades frescas, imaginemos que a la ciudad de Belén, la del nacimiento, con sus pastores y sus artesanos de hace 2013 años,  le añadimos los motocarros, una luz eléctrica que funciona cuando quiere, y le cambiamos el portal a donde se dirigía todo quisqui a adorar al recién nacido por un río sagrado, nos encontraríamos con Varanasi. Os lo juro por mi hija que es tal para cual…

Mañana os seguiré contando, por que me levanto a las cinco y media para ir al río y necesito descansar….

Besos y abrazos para todos.

P.D

Cariño, mucho te reías  cuando me compré la linternita, no? Indiana Jones…Pues este artículo lo verás  gracias a ella…

Besossssss