La India, su colorida gastronomía. Punto y final.

Hola compañeros,

Se me han terminado las andainas por el país más duro emocionalmente que he pisado a lo largo y ancho de mi vida viajera, un país milenario con unas diferencias tan absolutamente distintas al mundo occidental, que como el que se acerque hasta aquí no venga mentalmente muy bien preparado con lo que se va a encontrar, puede que lo que inicialmente iba a ser un viaje placentero, se convierta en una pesadilla de la que desearia despertarse.

En términos culinarios y lógicamente salvando las distancias, este país es como el Bacalao, al que no le gusta, lo aborrece, y al que le gusta, está deseoso de volver a hincarle el diente. Yo pese a mi problema de contaminación, con su posterior desfile continuo al escusado, soy de los que me gustaría volver, eso si, con mucho más tiempo, para poder descubrir este país tan profundo.

Y que me parece su gastronomía? Pues lo primero que he de decir, es que en una semana, de poco poquito puedo argumentar sobre la cocina de un país tan extenso y cuyo número de habitantes superará a la población china en años venideros, porque carallo que hay indios! Enseguida se puede apreciar, que aparte de muy colorida, callejera y olorosa, se trata de una cocina milenaria, que no ha evolucionado mucho en los últimos años, incluso, estoy seguro que los currys que me zampé yo en estos días, eran muy parecidos a los que les preparaban a los mahararajas  hace tres o cuatro siglos.

Es sin duda, el paraíso de los veganos, como os comenté en algún post anterior en ciudades como Vanarasi, el ochenta por cien de sus restaurantes, son vegetarianos puros. Si alucinas con los chuletones de ternera y no te gustan las especias y el picante, definitivamente este no es tu sitio,  mira que le meten alegría… Aquí cuando te aseguran que no pica, pica , y cuando te dicen que pica un poco, vete preparando por que te saltarán las lágrimas, sobre todo cuando vayas al servicio al día siguiente, ya se sabe, todo lo que sube, baja, y aun encima engancha… A mi que los botes de tabasco me duran un telediario, he pedido papas muchas veces, Qué brutos son.

Entiendo que es una tontería  que me ponga a enumerar nombres de los aperitivos o platos que me han gustado y que podemos emular con los productos de nuestra tierra, pero ciertamente algunas técnicas son aplicables  a nuestra cocina del Pazo De Santa Cruz, todo se andará.

Lo que tengo claro, es que la visita a este gran país singular, me marcará por un tiempo, su espiritualidad incluso ejercerá más poder sobre mi que su gastronomía y sólo me queda por decirle…

Namasté India, Namasté

Besos y abrazos para todos.