Los enigmáticos templos de Angkor

Como podéis observar en la foto de la parte superior, mi aspecto un tanto pailancín denota por un lado, que me gusta ir acorde con el impresionante  decorado, y por el otro,  que aprendí la lección, ayer me quemé de carallo,  y mi intención es que no se vuelva a repetir.

Cuando os comenté en el post del Taj Mahal, que me había quedado absolutamente aturdido, por la belleza del mausoleo que le había construido el semental emperador Shah Jahan, a su requeteamada segunda esposa Arjumand, no creía ni de coña, que en este viaje mis ojos se iban a volver a poner como platos, ante tanta enigmática belleza creada por el hombre.

Y más aun, cuando este aprendiz de escritor pendenciero, estuvo tantas noches en vela, enganchado al juego Tomb Raider, de la apretadita Lara Croft,  que tenía sus decorados, en estos famosos templos de Angkor.

Os aseguro que en alguno de los templos, tenía una sensación súper extraña, como si ya hubiese estado allí anteriormente en sueños… Carallo que estaba enganchado al jueguecito, recuerdo que había noches, que hasta que no pasaba una fase, no me iba a dormir, dándome lógicamente las tantas…

Estas construcciones fueron realizadas por el pueblo jemer en diferentes  dinastías, llegando a ser el asentamiento preindustrial más grande del mundo con quinientos mil habitantes. Salvo el templo más importante, el Angkor wat, el resto de edificaciones cayeron en el olvido siendo tragadas por la selva, hasta que a principios del siglo XX, un arqueólogo francés, nos empezó a desenterrar este valioso tesoro.

Creo que los de Bilbao tienen que tener parentesco con el pueblo jemer, porque estos en su día dijeron, aiba la ostia templos a mi, e hicieron  la de Dios de templos…

Os dejo que tengo que dormir un poco, esta noche la tengo movidita de transportes.

Besos y abrazos.