Hola amigos:
Hace tiempo que me rondaba por la cabeza, el escribir este pequeño artículo, en homenaje a un establecimiento coruñés cuyos sabores y productos hacen disfrutar desde hace muchos años a miles de cascarilleiros.
Es muy comprensible, que para cada persona, en cualquier parte del planeta, la mejor heladería sea la que tiene cerca de su casa, esa que le recuerda alguno de los sabores imborrables de su niñez.
Pues bien, a este cociñeiro paparazzi, que de vez en cuando os escribe unas líneas de sus vivencias gastronómicas, tiene grabado en lo más remoto de su hipocampo cerebral, el inconfundible sabor del helado de limón de la desaparecida heladería Ibense, que sus padres le compraban en su temprana infancia cuando le daban de comer a rojizas carpas del hoy vacío estanque de los jardines de Méndez Núñez. Sin ninguna duda uno de sus primeros recuerdos.
Muchas han sido las heladerías diseminadas a lo largo y ancho de nuestro territorio nacional, (carallo que fachorro me ha quedado esto), que han querido destacar con su nombre, al afamado pueblo Alicantino de Ibi, célebre por sus helados, que en sus tiempos, podían tratar de tu a tu a los mejores artesanos del país trasalpino, que siempre han sido de fardar por su pasta, sus Ferraris y como no, de sus golosos helados.
Como antes os comentaba y muchos coruñeses de toda la vida sabéis, en nuestra ciudad, tuvimos durante muchos años una de estas sucursales de las frías larpeiradas, la famosa heladería Ibense. Pues bien, ahí fue donde D. Leonardo Reboredo aprendió muy bien el oficio, y que tras el cierre de tan distinguido establecimiento hace más de veinte años, trasladó sus conocimientos a un nuevo local, la actual heladería Colón.
Hoy en día, el responsable de que sigamos disfrutando de tan placenteros sabores es Daniel, hijo de D. Leonardo, custodio de las ancestrales recetas, que no me las larga ni aunque le haga tres reportajes. Anyway, lo seguiré intentando…
El resto del staff es femenino y esta encabezado por Blanca, la veterana de la empresa con más de diecisiete años poniendo vasitos y cucuruchos, realmente los borda.
Y por último os pongo nombre a las dos caras más jóvenes, la dulce colombiana Paula y Mónica, la última incorporación, ambas se defienden perfectamente detrás del mostrador.
Os voy a comentar un pequeño secreto, desde hace cinco años, cuando dejé de fumar, comencé a pasear en bicicleta, este último le estoy pegando más duro haciendo incluso etapas de ochenta Km., cuando estoy en pleno esfuerzo, os puedo asegurar que sólo voy pensando en la recompensa que me voy a zampar después de la etapa y la ducha, que no se puede tratar de otra cosa, más que un buen helado del sabor de mis recuerdos.
Cada uno de nosotros tenemos nuestras preferencias a la hora de elegir los sabores, yo al limón-avellana le compraría un pisito, pero Daniel me comenta que los TOP ventas son el chocolate y la vainilla y que el de limón se convierte en el jefe los días que hace calor, como sigamos así yo les tendré que salvar el año con el limao…
Lo que más me gusta:
Negocio de tradición familiar donde los hijos siguen con las buenas costumbres heredadas de sus padres.
La utilización de materias primas de máxima calidad incluyendo productos naturales.
Las mantecadoras son a la antigua usanza, la mayoría verticales y donde manda el operario, no la máquina.
Los helados están ocultos, así no les afecta la luz. Me parecen patéticos algunos escaparates con birrias de helados que parecen plastificados.
Lo que menos me gusta:
Que cierre en invierno
Mi nota personal: 9
Como os he dicho, estoy absolutamente enganchado de la fusión que forman el limón y la avellana, acidez y cremosidad, Ummmmmm!!!!!!!!!
No he probado los famosos helados de San Crispino, Roma, pero si me he tumbado varios helados de las mejores casas Azzurri, también en mi paso por La Argentina me chasqué algunos buenos helados, destacaría los porteños de la casa Freddo, pero para mi gusto personal, los de la heladería Colón son los más buenos que jamás he probado.
Algo tendrán que ver los recuerdos de mi infancia.
Yo me quedo con el de nata y turrón .
Pero si tienes ocasión prueba los de Granxa o Cancelo, en Bemantes-Miño; es una cooperativa. Son buenísimos, yo los tome en Betanzos y me encantaron.
Belen, no dudo que estén buenos, pero superarán los de Colón???
Buenísimos…no soy muy heladera pero el de mantecado me gusta!!!! besos Antonio Vichente!!!
Todos son buenísimos pecosa. Un beso malagueña…
Otro de regreso Coruñes…..
Mi homenaje es para la Heladería la Ibense, creo que es el origen….
Seamos justos!
En el post, creo dejar claro cuales son los orígenes de la heladería Colón, anyway es un homenaje para el origen y para lo que es hoy en día. Gracias por el comentario.
A mi me lo vas a contar. Yo también soy cliente incluso antes de nacer ya que mis padres vivía en el piso de arriba. Reconozco que después de una dura noche de copas es uno de los mejores remedios para combatir la resaca
Raro es que no hicieses un hueco con un berbiquí y metieses una pajita para chupar…
Totalmente de acuerdo, mi favorito es el de limón y nata.
Llevo tomando estos helados desde que tengo memoria y no hay quien les haga sombra.
Tu sigue intentando sacarle la receta, luego si eso, me la pasas…jajaja
No me la dice ni con 20 post, pero seguiré intentándolo…
Fabulosa heladería!!! Mi preferido el de avellana, qué ganas me han entrado de uno!!!
Fantástico post!
La cremosidad de la avellana, que por cierto, también lleva un porcentaje de almendra, fusionado con la acidez del límón, es el definitivo…
Corre a por uno.
Gracias por el comentario.
Yo si he probado los helados de San Crispino y no voy a decir que no están buenos… Pero como los de la Colón ningunos. Yo soy una auténtica fanática de la nata, en ningún sitio del mundo sabe igual, la fresa es también maravillosa.
Para mi sólo hay un sitio que me hace dudar si la Colón tiene los mejores helados de mundo, es una pastelería en palma de Mallorca llamada Can Joan de Saigo, la base de estos helados no es tan cremosos, son más tipo sorbete, carta corta, sabores muy distintos… La almendra, la fresa, el albaricoque…
He de reconocer que son mis dos heladerías favoritas y no compiten entre ellas ya que son dos formas de hacer helado muy distintas.
Te recomiendo que vayas a Mallorca y hagas una parada en Can Joan.
Pues nada Maria, si hay que ir, se va, ir pa nada es tontería…
Muchas gracias por tu comentario y por la valiosa información.