Hola amigos. Siempre que inicio por estas fechas uno de mis viajes gastro-emocionales, considero que es de sentido común, agradecer a mi mujer, al Pazo De Santa Cruz y a la vida en general el poder realizarlos, por este motivo, tirado en la cama de mi hotelito en el barrio de Ginza y con una empanada jet lagera de carallo, quiero gritar a los cuatro vientos: Gracias cariño!! Gracias Soci!! Gracias Mundo!!
No se si estos viajes los podré seguir realizando en años venideros, pero podéis estar absolutamente seguros que mientras Pilar, la salud y la vida en general me lo permitan, los seguiré llevando a cabo, porque son, junto a la familia, los amigos y la gastronomía, lo que llenan la mente y el alma de este trotamundos. Os tenéis que animar, yo siempre digo que la vida es como un buen libro, que si no viajas, es no como si no pasases página y te quedases apampado leyendo siempre en el mismo capítulo, chiquito coñazo…
Quizá alguno de vosotros piense que hay que ser millonario para poder embarcarse en estas empresas peregrinas por el mundo adelante, nada más lejos de la realidad, bueno coño, si viajas en primera y te hospedas en los Hyatt, pues supongo que si, pero lo que tiene que hacer cada uno es priorizar en sus gastos, yo por ejemplo apenas me compro ropa y cambio de vaqueros cuando no me quedan más colgantes porque Pilar me echa la bulla… Cuanto tiempo hace que me veis tomando copas por la noche o cenando en restaurantes de medio pelo? No fumo, pimplo lo justo, bueno, cuando hay que pimplar, y no tengo más vicio que comer, muy de vez en cuando, en los mejores restaurantes y viajar.
(También alguna vez miento más que escribo…)
Os doy más datos, el Madrid –Tokio, Seúl-Madrid me ha costado seiscientos cincuenta euros, para los hoteles como no voy con Pilar y Carmen, me pongo un presupuesto de cincuenta euros diarios, y para comer lo mismo, me pegaré dos o tres homenajes en condiciones y después me cansaré de papar Ramen, udon, soba, arroz o miso, es lo que hay, dejas de golfear un par de meses, y si quieres puedes…
Y como os comentaba antes, en este libro que es la vida, todos los episodios son ciertamente interesantes, pero al capítulo de Japón, yo le pondría un asterisco, tal vez porque es el que estoy leyendo ahora y me puede influir, pero aunque esta sea ya la segunda vez que visito el país del sol naciente, las situaciones en el que el asombro te envuelve, no dejan de sucederse, desde que aterrizas las similitudes hiperbolianas con Paco Martínez Soria llegando a la capital y tal son continuas.
La flipación es permanente, en el hotel, en la calle, en el metro, en los restaurantes, no paran de escapárseme los típicos ooohhhhh!!! de asombro, coño, hasta en el servicio. que ya me empieza a preocupar que si no será vicio el mío, el sentarse en las tazas y empezar a jugar con los botoncitos, para que te limpian las cositas…
Bueno ya os seguiré contando, arranco sin dilación, que esto es muy grande y hay que exprimir al máximo el tiempo.
Un abrazo compañeros de viaje.
P.D.:
el ohhhh de los japoneses es total, supongo que lo harás acompañado de la reverencia que hacen ellos! has ido ya al barrio donde van vestidos como salidos de un comic? Japon es un flash y viajar a través de tu experiencia es total, al menos para los que estamos aqui, bajo la lluvia y el temporal. Disfruta todo y más!
Hola Beatriz, si que fui este domingo al parque Yoyogui, pero no había muchas, pero es igual, son tan diferentes a nosotros que alucinas por todas partes, un beso desde Tokyo.
Que envidia Antonio, mucha suerte con el viaje, traeme un helado de cucurucho ¡ ¡ ¡ ¡
Sergio, de que sabor lo quieres? un abrazo desde Tokyo…
Pepiño disfruta y cuéntalo que a nosotros nos sale gratis y deberíamos pagarte algo por leerlo que es como viajar contigo.
Pabliño, a ti te metía de buena gana en la maleta, anda que las cervezas Saporo no iban a temblar….. Un abrazo