Algo tenemos que estar haciendo bien en nuestro hermoso Pazo de Santa Cruz de Mondoi para tener tanto trabajo este verano.
A pesar de la dura crisis económica que estamos atravesando, y de la continua aparición de fincas y locales preparados para celebración de bodas, yo me atrevo a afirmar en voz alta y orgulloso, que nuestro pazo, está entre los que encabezan la Champions league de los “garitos “acondicionados para eventos.
El siempre bienvenido exceso de trabajo veraniego, me sirve como escusa perfecta para explicar el abandono anual que sufre este blog en las épocas estivales y para encabezar este nuevo post, ya que el primer domingo que he tenido libre en mucho tiempo, lo he aprovechado para hacer una fugaz escapada a la tierra de las fabes y del Cabrales…
El motivo de esta escapada ha sido, como no, el meterme un buen homenaje en compañía de mi gran amigo Sergio Pérez, alias “Yamamoto”, en el restaurante del bueno de Nacho Manzano, Casa Marcial, situado en un bello paraje montañés cerca de Arriondas.
En esta ocasión, estuvimos muy bien acompañados por las chicas de Sergio, Maribel y la campeona de Dana, hija de ambos y que a su temprana edad, ya ha comido en más restaurantes “Michelin” que ningún otro niño, bueno mi Carmen, también tiene un buen curriculum…
Mi expectación era importante ya que hacía muchos años que no disfrutaba de las viandas de esta casa, y tenía curiosidad de ver su evolución después de haber conseguido la segunda estrella de la guía roja.
Y no me ha defraudado, los éxitos obtenidos por Nacho, son más que merecidos, y sin duda lidera junto con la familia Morán, la cocina contemporánea Astur.
Bueno contemporánea pero siempre en base a los platos tradicionales con una vuelta de tuerca para “refinarlos” y actualizarlos.
El respeto al producto unido a una técnica depurada sin ser Billiciense, es el denominador común de la cocina de Manzano.
Menú Gastronómico
La Huerta.
Las croquetas de jamón.
En mi humilde opinión, estas croquetas junto a las de Francis Paniego en el Echaurren y las de Javier Olleros del Culler de Pau, son las mejores del mundo mundial, semilíquidas flipantes…
Vermouth de manzana y acedera.
No conocía este vermouth gallego elaborado a partir de uvas albariñas, y realmente está para bajarse la botella, lo malo son los temblores de la muerte posteriores…
Revuelto de la casa sobre torto de maíz.
Piel de sardina y kokochas, con coliflor, huevas de arenque y gel de tomate.
La grasa de la piel de sardina que ahora empieza a estar bien de verdad, estaba tan melosa como la kokocha, ummmmm…
Calamar tibio con cebolletas en su tinta y aceite especiado.
El caldito brutal!!!
Fabes con aguacate, foie y ligero escabeche.
Merluza con huevo y huevas y ensalada licuada fría.
Riñones de lechal a la brasa, su jugo acidulado y guisantes, con ventresca de bonito con su escabeche.
Soy muy, muy fan de las ventrescas…
Pichón macerado en algas con emulsión de Kalamata, hierbas de las marismas y crema de sardina.
Cabrito Bermeyo guisado.
Ni bajas temperaturas ni leches, y estaba de palmar.
Yougurth, guisantes, albahaca y limón.
Los postres, se lo comentamos a Nacho, no nos convencieron mucho, demasiado salados, guisantes?? Yo soy más larpeiro…
Ensalada de chocolate con granizado de vinagre de sidra y guacamole.
Idem …
Durante la sobremesa el maestro hablaba, y el pequeño saltamontes escuchaba atento…
Pero al final terminamos como siempre…
En resumen, escapada fugaz pero intensa a uno de los mejores restaurantes del norte de España con la mejor compañía.
Mi nota personal:8.25
P.D.
Cada vez tengo más claro que en mi tierra el Culler De Pau, se merece la segunda estrella…