Hola amigos,
Siempre defenderé que para disfrutar de un buen papeo, la comida es más recomendable que la cena, quizá, porque este cociñeiro paparazzi, sigue siendo un poco golfeiras, y pese al paso de los años, cuando el sol se oculta, y aunque el papeo sea un puro espectáculo, el diablillo que me acompaña desde que nací, sólo piensa en el gin tonic del después…
Ayer volví al restaurante que me enamoró hace unos meses. Esta vez me acompañaban unos amigos, a los que quería demostrar que en nuestra amada tierra lluviosa, la conjugación de producto, técnica y trabajo realizado con mucho cariño y esmero, es una realidad y este restaurante es un buen ejemplo.
Mis compañeros son gente socialmente muy bien colocadas, y como sabéis, a mi me gusta colocarme con mis amigos… Pero de nuevo, en la “culler de pau” el triunfo fue apoteósico, y todos se quedaron alucinados con la cocina de Javier y de todo su equipo.
Llegamos al restaurante con el solpor, y no vimos el rayo verde de milagro, la vista de la ría con sus bateas es realmente espectacular y forman un escenario realmente único.
Fuimos recibidos por una encantadora Amaranta, que como ya os comenté la primera vez, forma un binomio perfecto con su chico. El menú que nos había preparado Olleros estaba muy bien estructurado para que pajaritos que comen como mi mujer pudiesen llegar hasta el final.
Estas fueron las viandas que disfrutamos:
Granizado de vainas de guisante.
Jurel y sardina marinados con encurtidos en fondo de aceituna do Xures.
Este plato tiene claramente influencias Berasateguianas…
Crocante de tinta con crema de mariscos y ahumados.
Chocos como fideos con canónigos, crema de ajos tiernos y papada de cerdo.
Simplemente de llorar…
Erizos, vieiras y puerros jóvenes con sabayón de maiz y oxallis.
Que os voy decir de este plato que ha sido finalista de los mejores platos del año, pues eso, de paserle la lengua al plato…
Raya con jugo de sus espinas y coliflor.
Punto de cocción pluscuanperfecto y el jugo de las espinas sabrosísimo.
Gallina de Mos con escabeche de poll, brecol, patata nueva y berzas recuperadas.
Prototipo de un plato de la abuela actualizado.
Parfait de cítricos con sorbete de trébol bravo, tónica e hinojo.
Cremoso de chocolate con naranja y helado de té verde.
Bueno compañeros, A “Culler de Pau” es bajo mi humilde opinión el restaurante más en forma de Galicia de los que he tenido la suerte de papear este año y le auguro muchos éxitos en el futuro. Está capitaneado por un rapaz súper brillante que rezuma humildad por las cuatro costados, el tanden que forma con su mujer es similar al que forman Martín, Berasategui y Oneka en restaurante de Lasarte y eso hace que la conexión cocina sala sea muy fluida.
En definitiva el viaje hasta el Crove para gozar de esta mesa merece muy mucho la pena.
Mi nota personales es un : 9 again
Una merecida cerveza despues de un buen trabajo. Como podéis apreciar las últimas fotitos están un tanto moviditas. La moka es lo que tiene.
Las tres mosqueteras…
Después del cenorrio, nos fuimos a gastar unos eurillos al casino de la Toja, que he de decir, que me pareció una chuquelada cutre pero de carallo después de haber estado en Las Vegas o Macao.
Nos vemos amigos.
Pingback: Culler de Pau - Critica de Antonio Amenedo (el cocinero del Pazo)
Me parece muy razonable para la altísima calidad que parece demostrar. Me lo apunto en la región occipital de mi malgastado cráneo para futuras excursiones erótico manchegas :))
No te arrepentirás negreiras…
A cuanto sale el menú degustación ?
Tiene dos, el degustación es de 45 leuris, y el gastronómico creo que 65, merece muchísimo el viajar al Grove…
Un abrazo.